Balnearios
Balnearios
En el territorio checo emanan únicas fuentes minerales que desde los principios del siglo XV se utilizaron para fines curativos. Las ciudades balnearias se extienden en pintorescos paisajes y son atractivos por su significado urbanístico y por su característica arquitectura balnearia. Algunas de las casas balnearias lucen incluso la instalación auténtica. Miremos un poco en la historia de balnearios. A finales del siglo XVIII se llega a su desarrollo basado en la evolución de ciencia, técnica y en el desarrollo de comunicación social. Se construyeron grandes casas balnearias, columnatas y se cubren las fuentes termales. En el aspecto de los lugares balnearios se empieza a protagonizar sistematicidad y unificación arquitectónica. Gran atención se empieza a prestar a la calidad de fuentes naturales, se realizan cada vez más los análisis químicos e investigación de las fuentes. Se trató de un período muy dinámico. Entre los balnearios reinaba una competencia muy dura y los empresarios prosperaban. Los balnearios eran visitados por clientes selectos. Por ejemplo las ciudades de Karlovy Vary o Teplice fueron visitadas por el zar Pedro el Grande, Albrecht de Valdstejn o incluso el rey de Inglaterra Eduardo VII. Entre los clientes que más visitaron los balnearios checos en la historia más moderna fueron los personajes de la cultura europea, como Goethe, Schiller, Chopin, Beethoven, Wagner. No podemos dejar de nombrar la clientela de aristócratas, industriales, empresarios o banqueros. Si el siglo XVIII fue la época de la fundación y desarrollo de balnearios, al siglo XIX pertenece su florecimiento. Los complejos balnearios llegaron a construirse, modernizarse y nacieron nuevos métodos curativos. Los procedimientos balnearios se especializaron. Los balnearios checos empiezan a ser conocidos por su eficacia en la materia. Las estancias en los balnearios se convierten en una señal de la posición social. Las ciudades balnearias se convierten en centros sociales y culturales y encrucijada del turismo. Después de Praga son los lugares más visitados. Los anos 90 del siglo pasado se abrió una nueva visión de los balnearios checos. El cambio en el estilo de vida exigió ampliar la oferta estándar de las estancias balnearias con sus programas de relajación, de regeneración, de belleza y de anti-estrés. A estos servicios los complementan adecuadamente una oferta amplia de actividades deportivas, sobre todo golf, cicloturismo, senderismo, fitness (gimnasia), tenis y muchos más. Cuarenta lugares balnearios en la República Checa ofrecen amplios programas especiales.