Castillos y Monumentos
Encanto de castillos y palacios
La mayoría de los castillos y palacios está a cargo del Estado a pesar de que muchos han sido devueltos a sus propietarios anteriores, herederos de familias nobles e instituciones eclesiásticas. Estos dueños no cerraron sus propiedades al público, sino que las han restaurado según las disposiciones originales. Castillos y palacios abiertos al público son el testimonio del alto nivel arquitectónico de entonces y están dotados de colecciones artísticas muy valiosas. Las instalaciones están complementadas de colecciones de mucho valor de cuadros, armas, porcelana, cristal y colecciones de objetos artísticos de artesanía. En la actualidad hay casi 60 castillos, palacios y ruinas inscritas en la lista de la herencia mundial de la cultura y de la naturaleza UNESCO. Desde las épocas más lejanas de la historia checa se fundaron en el corazón de Europa residencias feudales con carácter defensivo contra los ataques destructivos de países vecinos. Castillos defensivos se construyeron en las rocas y colinas difícilmente alcanzables o fueron rodeados por cárcavas. A mediados del siglo XVI con la entrada de un nuevo estilo de vida se empezaron a construir palacios confortables con preciosos parques y jardines en los que empezaron a aparecer plantas preciosas y objetos arquitectónicos y de escultura. En el territorio de Bohemia, Moravia y Silesia se conservaron todos tipos de castillos medievales. Casi todos los estilos arquitectónicos influyeron en la construcción de palacios en Chequia. Encontraremos, tanto los edificios del estilo puro, como edificios en reconstrucciones posteriores muy interesantes. La mayoría de los monumentos mencionados aumentan su atractivo con el programa complementario. Para los visitantes se organizan las visitas nocturnas, luchas medievales y banquetes, festivales internacionales de música y concursos. Algunos palacios fueron transformados en hoteles. Castillos y palacios en la República Checa son tan atractivos que muchos equipos televisivos y de película, tanto checos como extranjeros se interesan por ellos. LA "Ruta de los castillos y palacios" es una parte del camino romántico que empieza en Mannheim y termina en Praga. En nuestro territorio lo forman nueve lugares que demuestran la evolución de arquitectura de los últimos mil anos. Algunos palacios aparecen en la lista de instalaciones del turismo de congresos. A estas actividades se dedican el palacio de Mostov u Chebu, Sychrov na Liberecku y Detenice na Jicinsku.
Monumentos religiosos
Los monumentos religiosos y lugares de peregrinación forman gran parte del patrimonio arquitectónico de la República Checa. A pesar de que las iglesias católicas romanas, monasterios, capillas y lugares de peregrinación forman la mayoría de los monumentos religiosos en el territorio de la República Checa, encontraremos aquí también numerosos monumentos judíos y ortodoxos. La arquitectura religiosa pasó en nuestro país por una evolución muy larga que duró más de mil anos. El cristianismo llegó a países checos a finales del siglo IX con la llegada de Cirilio y Metodeo al Reino de Gran Moravia y posteriormente con el recibimiento del cristianismo por el príncipe Borivoj y su mujer Luzmila. En esta época mandaron los soberanos a construir las primeras iglesias. Sucesivamente empezaron a llegar a Moravia y a Bohemia primeros órdenes de monjes que fundan aquí monasterios como nuevos centros de educación y cultura. La devoción de los santos perteneció en la iglesia católica entre las manifestaciones más importantes del culto religioso. Este culto fue parado por mucho tiempo por los husitas y su resurgimiento. Volvió otra vez después de casi dos siglos y como consecuencia de recatolización de Chequia que culmina el en siglo XVIII cuando nuestro país fue cambiada estrictamente en católica. En dimensiones increíbles creció el culto de marianismo que se manifestó en las construcciones de grandes iglesias públicas, gran número de columnas de agradecimiento y lugares de peregrinación (más de 300 conservados) en todo el territorio de Bohemia y Moravia. Sin embargo el profano más devoto fue Jan de Nepomuceno cuya estatua no puede faltar en ningún puente ni en los pueblos. Pero no todos los monumentos religiosos se conservaron hasta hoy día. Se debe a las numerosas guerras e incendios que durante siglos afectaron el territorio checo pero sobre todo el reinado de Josef II a finales del siglo XVIII que prohibió las peregrinaciones y masivamente cerró las iglesias, monasterios y otros monumentos religiosos. Otro golpe fueron los 40 anos del régimen comunista. Gracias a su desinterés e incomprensión se deterioraron y algunas veces fueros destruidos centenares de monumentos religiosos. En la actualidad se llega a su reformación y reanimación de peregrinaciones tradicionales y fiestas marianistas. Los monumentos religiosos más importantes e históricamente conocidos fueron inscritos en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO (Kutná Hora, casco histórico de Praga, jardines de Kromeríz, Zelená Hora). Más información en el apartado de Regiones.
Monumentos judíos
Los judíos se empezaron asentar en nuestro país en el siglo IX y mantuvieron sus tradiciones en muchos lugares en Bohemia y Moravia. La presencia milenaria de esta comunidad numerosa pero no demasiado fuerte pero culturalmente destacable no se pudo quedar sin huellas. Se quedaron aquí los ghettos, sinagogas, cementerios, libros, escrituras y objetos artísticos. Pero muchos monumentos desaparecieron sin dejar huella. Los monumentos judíos fueron destruidos por los fanáticos ya en las cruzadas en el siglo XI y XII. Fueron liquidados después de pogromos y después de exiliar a los habitantes judíos del lugar. Desde la mitad del siglo XIX se llegó a la autogestión del poblado judío y la cesión de segregaciones y los barrios originales judíos fueron derrumbados o reconstruidos y modernizados. La muestra de su aspecto original es el único barrio grande en Trebíc que se conservó en el conjunto original urbanístico desde la época de la Edad Media tardía con dos sinagogas y cementerio. Posteriormente destruyeron en grande los objetos judíos los nazis y se firmó en ellos también el desinterés de la sociedad en la época de comunistas. Las primeras sinagogas en nuestro territorio fueron posiblemente simples edificios de cabana. Una de ellas, aunque hasta su posterior reformación en una casa habitable, se conservó en Vlachovo Brezí. Los edificios de cabana desde la Edad Media sustituyeron los de mampostería de los que el más antiguo conservado edificio judío es la Sinagoga Viejo-Nueva gótica de Praga de la mitad del siglo XIII. También lo son los edificios góticos y renacentistas (Sinagoga de Pinkas y Vysoká (Alta), sinagoga en Dolní Kounice cerca de Brno y en Holesov). De las barrocas y las de rococó se conservaron por ejemplo la sinagoga en Boskovice. En el territorio de la República Checa descubriremos edificios clasicistas e imperiales pero las más numerosas representadas son las sinagogas construidas en los estilos históricos, por ejemplo Sinagoga de Maisl en Praga. Sus representantes también tienen las sinagogas con elementos de secesión y en el estilo mudéjar pero también en el estilo de funcionalismo. Los elementos de cubismo demuestra la sinagoga en Milevsko. La sinagoga más nueva fue construida en los anos 1937-8 en Kamenice nad Lipou. En la actualidad en la República Checa están conservadas más de 200 sinagogas de las que una en Brno y dos en Praga (Viejo-Nueva y Jubilar) sirven hasta hoy día para misas. En Praga se fundó en el ano 1906 el Museo Judío (www.jewishmuseum.cz) En Terezín el municipio de Litomerice, está abierta la exposición permanente Museo Ghetto