Automóviles y sus accesorios y bienes de equipo y de consumo son los sectores económicos de la República Checa más atractivos para la inversión española. Así se ha puesto de manifiesto durante la reunión del Comité de Cooperación Empresarial Hispano-Checo de las Cámaras de Comercio, celebrada en Praga, que ha reunido a empresas españolas y checas con el objetivo de fomentar relaciones comerciales y de inversión entre ellas.
Durante la reunión, el presidente del Comité Hispano-Checo de las Cámaras por parte española, José María Vizcaíno, ha manifestado que, pese a que las relaciones comerciales entre ambos países pasan por buen momento, no es este el caso de la inversión, ya que, en el 2000, el capital español sólo abarca el 0,2 por ciento de la inversión extranjera total en Chequia.
Según Vizcaíno, existen numerosas razones para invertir en la República Checa: una posición geográfica privilegiada, una apertura económica auspiciada por su inminente entrada en la Unión Europea, así como una armonización legal con los países miembros de la UE.
La inversión bruta española acumulada durante el periodo 1998-2000 fue de 11.850 millones de pesetas, por detrás de países como Hungría y Polonia. En exportaciones, tras la crisis económica checa de 1997 que afectó a nuestros intercambios de 1998 y 1999, en el año 2000 las ventas españolas crecieron hasta un 50 por ciento.
Las importaciones checas también han experimentado un notable ascenso, lo que provoca que nuestra balanza comercial esté prácticamente equilibrada: el pasado año se obtuvo un saldo comercial positivo para España de sólo 4 millones de euros.
Por otro lado, Cámaras e ICEX han organizado, un Encuentro Empresarial Hispano-Búlgaro en Sofía y un Foro de Inversiones Hispano-Rumano durante los cuales se han firmado sendos acuerdos con los presidentes de las Cámaras de Comercio de Bulgaria, con el fin de poner en marcha los Comités de Cooperación Empresarial Hispano-Búlgaro e Hispano-Rumano.

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